Tonico facial de lavanda

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Una de las principales características de la lavanda es su capacidad para restaurar los tejidos dañados o envejecidos. Por eso, el hidrolato de lavanda es una estupenda opción para tonificar la piel antes de aplicar el tratamiento correspondiente. Además la lavanda está indicada para regular las pieles grasas, refrescar y estimular la cicatrización de heridas o marcas en cualquier fase de infección de la piel (acné, herpes…) y específicamente para pieles con cuperosis.

La lavanda es un gran sedante del sistema nervioso y resulta muy práctico para favorecer el sueño y para equilibrar el ánimo en el terreno emocional, por lo que también puedes usarlo para sustituir el perfume sintético y como bruma de almohada para mejorar el descanso nocturno.

Descripción

Ingredientes:

Agua de lavanda* y aceite esencial de lavanda*.

*Procedente de agricultura ecológica.

INCI:

Lavandula angustifolia flower waterLavandula angustifolia herb oil, linalool**

**Procedente de aceites esenciales.

Indicaciones:

Este tónico facial de lavanda es ideal para el cuidado y la limpieza diaria de todo tipo de pieles. Especialmente indicado como tratamiento específico de las pieles grasas o con tendencia acneica, pieles envejecidas o con algún trastorno infeccioso.

Uso:

Pulverizar sobre la piel del rostro y el cuello. Agitar justo antes de su utilización. No aclarar.

Propiedades:

Hidrolato de lavanda:

Agua floral extraída de la Lavandula angustifolia que conserva las mismas propiedades que el aceite esencial de la planta pero en menor intensidad.

Aceite esencial de lavanda:

Aceite muy valorado en aromaterapia y cosmética por sus múltiples propiedades, calmante, aliviante, sedante, antiinflamatorio, analgésico, relajante muscular y cicatrizante. Es un aceite muy rico en ésteres y alcoholes con propiedades antiinflamatorias y sedantes. Posee propiedades vulnerias que la hacen adecuada para el tratamiento de enfermedades de la piel tales como eccemas, psoriasis, picaduras…

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