El consumo consciente

El consumo consciente

¿Qué es el consumo consciente?

En el consumo consciente la persona elige una opción determinada basándose en varios criterios no solo en el económico. El consumidor consciente valora el impacto que tiene el producto o servicio en el medioambiente y en las personas.

También tiene en cuenta la verdadera necesidad de comprar algo. No ve sentido el hecho de comprar por comprar, ya que conoce las implicaciones medioambientales que tiene comprar.

Todo ello se consigue poco a poco una continua evolución de la conciencia colectiva sobre el poder del consumidor.

Antes no tanto, pero ahora son los propios consumidores quienes empujan a las empresas a dar pasos hacia la sostenibilidad. Cada vez hay más empresas que son protagonistas de este cambio y van de la mano de los consumidores conscientes adaptando su forma de producir a las necesidades medioambientales.

El consumo consciente tiene estas claves fundamentales:

  1. Compromiso ético: los valores sociales y medioambientales a la hora de consumir. Se valoran las implicaciones que tiene la compra de un producto sostenible comparado con uno ordinario. Carga moral respecto a las condiciones laborales de los trabajadores de ese producto. Suele estar relacionado con el Comercio Justo. 
  2. Menos, es más: no estamos hablando de comprar o consumir menos, sino también de una forma de vida más simple y sencilla. Recuperar los valores clásicos que conforman una vida plena, sin tanto estrés y ligado al movimiento internacional slow.
  3. Conocimiento e implicación: el consumo consciente solo es posible si se conoce bien lo que se va a comprar. Saber, en la medida de lo posible y tener herramientas para discernir los productos y servicios que encajan con tus valores ecosociales, de los que son una mera estrategia de marketing, la aceptación de ciertos aspectos puede llevar a un cambio en la forma de afrontar la vida: más sencilla, en comunidad y empática.

Si llégate hasta aquí leyendo, puede que te hayas sentido abrumado por ideas y conceptos abstractos. Asique vamos mejor a la parte práctica con unos ejemplos:

  • Compra en comercios de cercanía. Es una forma de apoyar a los productores locales y evita el impacto económico y medioambiental del transporte.
  • Utiliza correctamente los diferentes contenedores de reciclaje, facilita la ansiada Economía Circular.
  • Repara si es posible.
  • Se priorizará caminar o usar bicicleta en trayectos cortos…
  • Ducha antes de baño. Cerrar la llave del agua mientras se cepilla los dientes o se lava las manos. Usar bolsas reutilizables.
  • Comprar no aporta felicidad o satisfacción. Comprar únicamente lo necesario es un paso fundamental en el consumo consciente. Haz una prueba: ¿cuántas prendas de ropa tienes en tu armario que no te has puesto nunca o solo te lo has puesto una vez? ¿Era necesario comprar esta prenda?

Con estos ejemplos se ve más claro, que ser consumidor consciente va más allá de la compra de productos o consumo de servicios. Es una forma más simple de afrontar la vida, en la que la felicidad está en otros aspectos diferentes del consumismo.

 

Ahora que has leído todo el blog, ¿te animas con ser un consumidor mas consciente y llevarlo a la práctica?

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