¿Está el kéfir de moda?

¿Está el kéfir de moda?

 

El kéfir se consume desde hace miles de años, se cree que su origen esta en Rusia, conocido como el “champan de la leche”.  Aunque es en los últimos años, cuando mas se esta hablado de él, y más protagonismo tiene.

Pero… de verdad se consume por sus ventajas o solo porque está de moda y se le llama superalimento.

Y es que esta palabra, que tan acostumbrados estamos a oír, superalimento, merece hacer un paréntesis, muchas veces la encontramos colgada de alimentos, pretendiendo indicar que estamos ante una fuente o fuentes de salud extraordinaria.

Y es en ese momento cuando nuestra cabeza debe detenerse y hacer un análisis consciente, pensar… ¿se ajusta a la realidad o simplemente es marketing?

+ Muchas veces esos alimentos pueden carecer de nutrientes esenciales

+ Muy importante, ayudan y favorecen la buena marcha del organismo, pero ni curan ni salvan vidas.

+ No vale de nada añadirlos a las comidas para compensar los desequilibrios que ocasiona llevar una mala alimentación.

De nuevo, salen las prisas, la vida va tan rápido o las modas son tan arrolladoras que… déjame preguntarte ¿sabes de verdad que es el kéfir?

Esta dentro de los alimentos que se les conoce como probióticos, son alimentos fermentados y ricos en levaduras y bacterias “buenas”, parecidas a las que tenemos en el intestino delgado.

Pequeños nódulos, que se pueden asemejar a los ramilletes de la coliflor, pero con una textura un tanto gelatinosa.

Se dice que su consumo es bueno, ¿sabes el por qué?

¡Yo te lo cuento! El kéfir permite que la flora intestinal se equilibre y mejore notablemente las funciones del sistema digestivo. No solo el kéfir, sino todos los alimentos con bacterias “buenas”

Su proceso:

Prepararlo en casa es fácil y sencillo, solo se necesitan:

  • Los nódulos
  • Leche
  • Recipiente de vidrio (podemos reutilizar tarros, yo en casa lo hago así)
  • Colador y cuchara (importante que no sea de metal)
  • Papel de cocina y goma

Ponemos los nódulos en el recipiente de cristal y añadimos la leche, tapamos con el papel de cocina y sujetamos con la goma.

Ahora solo tenemos que esperar aproximadamente 24 horas, lo dejamos en lugar seco y donde no le dé la luz.

Antes de su consumo, extraemos los nódulos para volver a utilizar.

Llegados a este punto puede que te surja la duda, entonces ¿es lo mismo que el yogurt?

 

La diferencia la encontramos en la fermentación de cada uno, por eso no es lo mismo. El yogurt tiene una fermentación láctica y el kéfir, provoca una fermentación lactoalcoholica (produce un 0.2%-0.3%, en los industriales suele ser eliminado) y carbonatada de la leche, lo que le proporciona una textura ligera, cremosa y espumosa.

Su sabor te recuerda al yogurt natural, aunque ligeramente más acido, con toque agridulce.

Cosas que quizá no sepas del kéfir.

+ Transforma la lactosa en ácido láctico, lo que hace que sea mas tolerable para quienes no asimilan bien la leche.

+ Reduce la inflamación estomacal.

+ No contiene azúcar

+ En tarro de cristal hermético, puede durar hasta 2 semanas en la nevera.

+ Se puede hacer con bebida vegetal, generalmente se usa coco, arroz, soja o almendras, si se usan los mismos cultivos de bacterias y levaduras, ofrecen los mismos beneficios probióticos.

Tras esta lectura donde estabas y donde te encuentras… ¿tomando kéfir o queriéndolo probar?

No hay que dejarse llevar por las masas o las modas, lo importante y la mejor arma es la información, para poder tomar decisiones de forma consciente.

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