Los probióticos y los prebióticos.

Los probióticos y los prebióticos.

Forman parte de nuestro día a dia pero la realidad… es otra muy distinta, un porcentaje muy alto afirma que no tiene claro cual es cada uno de ellos.

Vamos a poner remedio a todo ello y a ver ambos de una forma muy sencilla.

Los probióticos para entenderlo mejor, son los microorganismos buenos que nos aportan beneficios cuando los ingerimos.

Con la llegada de la nevera, la vida de frutas y verduras se pudo alargar, pero antes de esta se comía fruta y verdura de temporada y se hacían conservas.

La fermentación es uno de los procesos que mayores beneficios nos aporta ya que los microbios consumen el azúcar y producen ácidos, alcohol y gases.

Si pensamos en los productos fermentados vienen a la cabeza el vino y la cerveza, donde las levaduras transforman el azúcar en alcohol y este actúa como conservante y así se puede almacenar durante más tiempo.

Consumir alimentos fermentados es sinónimo de ingerir bacterias beneficiosas, el ejemplo típico lo tenemos con el yogurt, de forma muy resumida se añaden bacterias a la leche, los probióticos, que fermentan la lactosa, el azúcar de la leche y la convierten en ácido láctico.

El proceso de la fermentación no solo conserva la comida sino que hace que sea más fácil absorber los nutrientes y más fácil de digerir ya que las bacterias y levaduras descomponen las grasas en ácidos grasos, las proteínas en aminoácidos y azúcares.

Ahora le toca el turno del Kéfir, es parecido al yogurt pero su consistencia es mas liquida y su mayor diferencia está en la fermentación, en el yogurt es láctica, mientras que en el kéfir es lacto alcohólica, la que significa que no solo se fermenta la leche, sino que también se fermenta la caseína lo que hace que su sabor sea más intenso.

El kéfir es más digestivo que el yogurt porque su contenido en ácido láctico y levaduras que

descomponen la lactosa es mayor. Por eso tambien es mas tolerante que el yogurt.

Pero tenemos muchos mas productos fermentados:

  • Kombucha, bebida a base de té, que se obtiene de la fermentación de una colonia de bacterias y levaduras llamadas “scoby” tiene un sabor dulce y ácido y lo más importante, debes de tomarla sin pasteurizar para que los microorganismos permanezcan vivos y activos en el intestino.
  • Kimchi, es una col fermentada, picante y se prepara con especias, cebolla, zanahoria, jengibre, pimientos y salsa de pescado.
  • Miso, se prepara con soja, cebada o arroz y se parece a la pasta, conocida en los restaurantes japoneses, por la famosa sopa.

 

Y ahora vamos a ver de forma sencilla los prebióticos, que son un tipo de fibra que sirve de alimento a las bacterias buenas, favoreciendo su crecimiento y siendo capaces de modificar la microbiota intestinal y aportar efectos beneficiosos a nuestras bacterias.

No se pueden absorver en el intestino delgado con lo cual llegan prácticamente intactos al intestino grueso, donde les esperan miles de microorganismos para alimentarse y con ello aumentarás tus bacterias buenas y reducirás las malas.

Los podemos encontrar fundamentalmente en alimentos vegetales.

Los prebióticos van a mejorar la absorción de vitaminas y minerales y ayudan a reducir la inflamación. Van a generar beneficios para nuestro organismo por medio de los ácidos grasos, que dicho a grandes rasgos, producirán componentes antiinflamatorios y beneficiosos en la microbiota intestinal, ayudan a regular el estreñimiento, la diarrea, el peso, la insulina en sangre…

Y un dato que muchas personas desconocen es que esos ácidos grasos al ser de cadena corta aportan hasta un 10% de la energía total corporal. Por lo que las personas que no comen suficiente fibra, están estreñidas o con diarreas suelen estar más cansadas, entre otras cosas porque no generan energía por sí mismas.

Siempre es un buen momento para empezar a coger buenos hábitos poco a poco.

 

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